Te cuento un poquito…

Nací en 1981 en Jujuy, al norte de Argentina, con los Andes como paisaje de fondo.

A los 23 años, atravesando una crisis que transformó cada aspecto de mi vida, dejé una carrera de Derecho y un destino trazado, y me mudé sola a Madrid.
No tenía papeles. Ni certezas. Solo intuición, determinación y una necesidad urgente de empezar de nuevo.

Fueron años de reconstrucción profunda.

Tiempo después me reuní con Pedro, mi novio desde mis 15 años también jujeño, y juntos creamos la vida que hoy sostenemos.

Con el nacimiento de Isabella, comprendí que la maternidad no solo despierta el amor, también reactiva la herida emocional de nuestra propia infancia.

Así empecé a especializarme en sanación emocional y maternidad consciente, un camino que transformó mi vida y se convirtió en mi vocación.

Hoy, con más de 25 años de formación en biografía humana, terapia floral evolutiva, astrología y acompañamiento terapéutico, pongo mi historia, mi experiencia y mi voz al servicio de otras mujeres.
Acompaño procesos emocionales profundos, especialmente aquellos que nacen del vínculo madre-hija y se expresan en la maternidad, en el cuerpo, o en la palabra.

No acompaño desde la teoría ni desde la herida abierta.
Acompaño desde un lugar que construí con verdad, con coraje y con alma.

Cada mujer que llega a mí sabe que no la miro desde arriba ni desde afuera.
La miro desde un lugar donde ya estuve.
Y desde el que ahora puedo tender la mano con firmeza, sin miedo, con presencia.

Te cuento un poquito…

Nací en 1981 en Jujuy, al norte de Argentina, con los Andes como paisaje de fondo.

A los 23 años, atravesando una crisis que transformó cada aspecto de mi vida, dejé una carrera de Derecho y un destino trazado, y me mudé sola a Madrid.No tenía papeles. Ni certezas. Solo intuición, determinación y una necesidad urgente de empezar de nuevo.

Así empecé a especializarme en sanación emocional y maternidad consciente, un camino que transformó mi vida y se convirtió en mi vocación.

No acompaño desde la teoría ni desde la herida abierta.Acompaño desde un lugar que construí con verdad, con coraje y con alma.

Cada mujer que llega a mí sabe que no la miro desde arriba ni desde afuera.La miro desde un lugar donde ya estuve.Y desde el que ahora puedo tender la mano con firmeza, sin miedo, con presencia.

A los 23 años, atravesando una crisis que transformó cada aspecto de mi vida, dejé una carrera de Derecho y un destino trazado, y me mudé sola a Madrid.
No tenía papeles. Ni certezas. Solo intuición, determinación y una necesidad urgente de empezar de nuevo.

No acompaño desde la teoría ni desde la herida abierta.
Acompaño desde un lugar que construí con verdad, con coraje y con alma.

Cada mujer que llega a mí sabe que no la miro desde arriba ni desde afuera.
La miro desde un lugar donde ya estuve.
Y desde el que ahora puedo tender la mano con firmeza, sin miedo, con presencia.