Todo eso te convertirá en una mujer
que puede decidir empezar a disfrutar,
Aprenderás a conocerte, sentirte, a amarte.
Todo tu cuerpo se abrirá,
aprenderás a confiar, a desear, a pedir,
pero también, a aceptar lo que es y lo que no.
Dejarás de esperar.
Encontrarás La Paz interior.
Descubrirás tus dones, eso que te hace única,
tendrás valor para desplegarlos
y ahí estarás preparada para DAR.